El uso de un limpiador facial se convierte en un paso imprescindible cuando mantenemos una rutina de cuidado de la piel, dado que destaca por ser una opción imprescindible a la hora de asegurarnos de que la tez se encuentra perfectamente limpia, libre de impurezas, suciedad y aceite, y sobre todo, preparada para recibir el resto de productos que conforman nuestro régimen de belleza.
Aunque es cierto que podemos encontrar en las tiendas muchos limpiadores, ¿sabías que también puedes aprender a preparar el tuyo? Te explicamos cómo hacer un limpiador facial casero, de forma rápida, fácil y sencilla.
Qué es un limpiador facial
Como su propio nombre indica, es un producto a base de agua o aceite que ayuda a eliminar las impurezas, la suciedad, la contaminación ambiental y el exceso de aceite, los cuales se han ido acumulando en la piel a lo largo del día.
Para ello, ha sido elaborado con surfactantes que actúan con la finalidad de disolver las impurezas y la suciedad, y arrastrar con los restos para destapar los poros.
De hecho, es importante para conseguir preparar la piel para recibir mejor el resto de productos que forman parte de la rutina, por lo que nos encontramos ante un paso esencial.
Además, es fundamental utilizar un producto adecuado a nuestra piel, y utilizarlo de manera correcta.
Debemos tener en cuenta que nuestra dermis se ve sometida a una amplia variedad de agresores externos, como las impurezas y las partículas relativas a la contaminación ambiental, a lo que debemos incluir la existencia del maquillaje y el sudor.
Por tanto, llevar a cabo una limpieza diaria de la piel es la mejor forma de eliminar cualquier rastro de suciedad, impurezas, exceso de grasa, contaminación y células muertas acumuladas.
Sus beneficios son más que evidentes, y es que ayuda a mantener un cutis más saludable, claro e iluminado. Y no arruinaremos el resto de pasos que forman parte de nuestra rutina, por lo que no desperdiciaremos unos productos tan valiosos.
De ahí que la limpieza juegue un papel importantísimo en el régimen de belleza diario, siendo aconsejable utilizar productos suaves, al ser la mejor forma de evitar que se eliminen aceites naturalmente presentes en la piel, así como su propia humedad natural, reduciendo el riesgo de sequedad e irritación.
Por suerte, la elaboración en casa de un limpiador facial puede ofrecernos una serie de ventajas, como por ejemplo escoger siempre la receta que más nos interese en función de nuestro tipo de piel, y de las necesidades que esta pueda tener en todo momento.
Aunque podemos decir que no hay nada más efectivo y seguro que un limpiador comercial, siempre que optemos por productos naturales y con fórmulas de calidad. Un buen ejemplo de ello es la gama de limpiadores Nezeni Cosmetics.
Es la que recomiendo siempre (en especial me gusta el Limpiador Bifásico porque además de limpiar retira muy fácilmente el maquillaje) por su composición natural, sin químicos y sin irritantes.
También tiene muy pocos conservantes para evitar el efecto combinado de los cosméticos, pero los suficientes para durarte bastante más que los limpiadores caseros que voy a recomendarte. Y son tan respetuosos con la piel que los puede utilizar todo el mundo, sea como sea tu dermis.
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Receta para hacer un limpiador facial casero básico
Son muchos los ingredientes que podemos utilizar a la hora de elaborar nuestro limpiador facial casero. Aunque, en esta ocasión, hemos escogido uno que se caracteriza precisamente por contener no solo ingredientes naturales, sino por ser tremendamente fácil y sencillo de elaborar.
Ingredientes:
- ¼ taza de té de manzanilla
- ¼ taza de jabón líquido de Castilla
- ¾ cucharadita de aceite de almendras dulces (puedes sustituir por aceite de aguacate o por aceite de oliva)
- 8 gotas de aceite esencial de lavanda
- 3 gotas de aceite de vitamina E
Elaboración:
Comenzaremos elaborando la infusión de manzanilla. Para ello, debes poner agua en una cacerola al fuego, y cuando empiece a hervir, añade las flores secas de manzanilla, dejando hervir durante 10 minutos. Pasado este tiempo, apaga el fuego y cuela, hasta que se enfríe por completo.
Una vez se haya enfriado, combina todos los ingredientes en un frasco de vidrio pequeño, o en una botella con atomizador, incluyendo la taza de té de manzanilla previamente colada. Cierra y mezcla bien todos los ingredientes.
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Con de aceite de coco
En caso de que tengas prisa y dispongas de aceite de coco, si tu piel no es grasa puedes preparar un limpiador rápido utilizando para ello este maravilloso ingrediente natural.
De hecho, en su composición nos encontramos con una combinación de grasas naturales, como el ácido láurico, con cualidades antimicrobianas e hidratantes, y el ácido linoleico, útil para combatir el acné, a la vez que actúa como un humectante eficaz excelente para la dermatitis atópica.
Para hacerlo, tan solo debes calentar ligeramente el aceite de coco al microondas, para dejarlo líquido, o bien ponerte un poco en la yema de los dedos, con la finalidad de calentarlo ligeramente, y aplicarlo sobre el rostro, masajeándolo con suavidad durante 30 segundos.
Luego, aplica sobre la piel una toalla húmeda, limpia y tibia, con la que conseguirás abrir los poros. Finalmente, espera dejando actuar entre 15 a 30 segundos, y para terminar retírate el aceite de coco dándote ligeras palmaditas con la ayuda del paño.
Eso sí, recuerda que si tu piel es grasa, o presenta cierta tendencia al acné, no es recomendable utilizar el aceite de coco. En estos casos, por ejemplo, lo más recomendable es sustituirlo por aceite de jojoba.
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Con aceite de almendras dulces y lavanda
Lo cierto es que un limpiador a base de aceite puede ser utilizado incluso para la piel grasa o con tendencia al acné, pero para ello, es necesario optar por ciertas combinaciones de aceites útiles para eliminar el maquillaje, el sebo y la suciedad que comúnmente obstruyen los poros. Eso sí, también es ideal para pieles secas.
Ingredientes:
- 30 gramos de aceite de almendras dulces
- 6 gotas de aceite esencial de lavanda
Elaboración:
Es sencillo y simple. Tan solo debes añadir los ingredientes en las cantidades indicadas en una botella de vidrio oscuro, cerrar con la tapa y agitar bien hasta que ambos ingredientes se combinen y se mezclen adecuadamente.
Con miel y limón
Combinados entre sí, la miel y el limón pueden convertirse en dos ingredientes activos poderosos cuando los aplicamos sobre la piel, puesto que actúan como humectantes y antisépticos naturales, ideales para suavizar y limpiar la piel de forma totalmente natural.
Ingredientes:
- 1 cucharada de miel
- El jugo de medio limón
Elaboración:
Solo debes partir el limón por la mitad, y exprimir una de esas mitades para obtener su jugo. Luego, en un cuenco pequeño, mezclamos tanto la miel como el jugo de medio limón recién exprimido.
Cómo usarlo:
Puedes aplicarte el limpiador por el rostro y el cuello, evitando eso sí el área delicada próxima a los ojos. Y deja actuar durante 20 minutos.
Pasado este tiempo, retíralo con la ayuda de agua tibia, siguiendo con un poco de agua fría.
Ideal para pieles grasas
La miel puede llegar a convertirse en una opción limpiadora excelente para pieles grasas y mixtas, gracias a las cualidades antibacterianas y ligeramente exfoliantes que nos proporciona este ingrediente natural.
Ingredientes:
- ¼ taza de miel
- ¼ taza de agua de rosas (o agua de coco)
- 2 cucharadas de jabón líquido de Castilla
- 1 cucharadita de aceite de aguacate (puedes sustituir por aceite de jojoba)
- 12 gotas de aceite esencial de lavanda
Elaboración:
En un recipiente, añadimos el agua de rosas, el jabón líquido de Castilla, la miel y el aceite de aguacate, revolviendo suavemente con la finalidad de combinar estos ingredientes.
Finalmente, añade el aceite esencial de lavanda, volviendo a mezclar de nuevo para integrarlo. Para terminar, vierte la mezcla en una botella de vidrio oscuro con dosificador, introduciendo la mezcla en su interior, y vuelve a agitarlo de nuevo.
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Cómo usar nuestro limpiador facial casero
Los pasos a seguir dependerán de la consistencia que tenga. Si es acuoso, solo debes empapar un disco de algodón, y aplicarlo sobre el rostro con suavidad, dejando actuar durante algunos minutos hasta que la suciedad y las impurezas queden atrapadas en el algodón.
Por otro lado, si es aceitoso, lo mejor es aplicarlo con la ayuda de la yema de los dedos, aplicándolo mediante un suave masaje, para finalmente retirarlo con un poco de agua tibia.
Ahora que ya sabes cómo hacer un limpiador facial casero, ¿tienes alguna receta de belleza que desees también compartir con nosotros? Y ya sabes, si te da mucha pereza mezclar ingredientes, siempre puedes optar por un producto comercial que funcione la mar de bien como los de Nezeni Cosmetics.