No hay duda: una piel sana, y un cuerpo sano, requieren de cuidado. Y es que es perfectamente posible mantener un brillo lo más saludable posible, y una tez hermosa, con la ayuda de una completa mascarilla facial, repleta de ingredientes activos únicos, capaces de mejorar la elasticidad y estimular la circulación, con los evidentes beneficios que proporciona su aplicación semanal.
Sin embargo, ¿sabías que el multimasking es una técnica que se ha vuelto enormemente popular en los últimos años, y que consiste en la aplicación de más de una mascarilla facial? Te hablamos de en qué consiste, qué ventajas proporciona, cuáles son sus beneficios y cómo podemos hacerla fácilmente en casa.
Sobre los beneficios que nos ofrece el hecho de usar, con cierta regularidad, una mascarilla facial ya te hemos hablado en diferentes ocasiones. Y es que no hay duda que puede llegar a convertirse en una opción única y excelente a la hora de proporcionar a nuestra piel todo un conjunto de ingredientes activos únicos y nutritivos.
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De esta forma, puede ser de cierta utilidad a la hora de nutrir e hidratar, además de refinar y disminuir los poros agrandados, e incluso limpiar la piel a la vez que le brindamos una serie de nutrientes exclusivos.
Pero, en los últimos años, ha ido aumentando en popularidad una nueva técnica o método, la cual se integra igualmente en la rutina de cuidado de la piel, y en la que se basa en la aplicación, es cierto, de mascarillas faciales, pero de forma muy diversa: multimasking.
¿Qué es y en qué consiste multimasking?
Aunque es cierto que su nombre puede resultar tan particular como curioso, el multienmascaramiento consiste en la aplicación de más de una mascarilla, la cual debe aplicarse al mismo tiempo.
La idea, según los especialistas en belleza y los máximos defensores de este nuevo método, es que en lugar de aplicarnos una sobre todo el rostro, nos apliquemos distintas mascarillas dependiendo de los problemas que tenga nuestra piel.
De esta manera, tratamos problemas específicos y cubrimos al máximo todas las necesidades que pueda tener nuestra dermis.
Uno de sus objetivos principales es el de aprovecharnos todavía más de todas y cada una de las cualidades nutritivas que nos brindan las mascarillas faciales, dado que al usar más de una, es evidente que todos sus beneficios se multiplican al máximo.
Lo cierto es que su aplicación y funcionamiento es en realidad muy sencillo, puesto que solo debemos pararnos ante el espejo, con la finalidad de visualizar y observar nuestro rostro, y pararnos a descubrir, pacientemente, qué necesidades particulares tiene cada área.
Por ejemplo, es posible que en un mismo rostro se combinen, en algúnas áreas, la presencia de zonas con mayor grasa, y otras más secas. En estos casos, es evidente que una única mascarilla no ayudaría del todo a la hora de solucionar ambos problemas.
Así, si este es nuestro problema, podemos optar por una mascarilla facial matificante para aplicar directamente sobre las áreas más grasas, mientras que en las partes más secas podemos desear considerar el uso de una hidratante.
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¿Cómo se hace?
Esto es, por ejemplo, aplicar una mascarilla específica para tratar la zona T, otra para el área del contorno de los ojos, y otra para las mejillas.
Es algo que proporciona una serie de beneficios únicos, puesto que la piel que encontramos a lo largo de las distintas áreas del rostro no se caracteriza por ser siempre la misma.
Al contrario, tanto la frente, como la nariz y el mentón presentan una mayor concentración de glándulas sebáceas, mientras que el contorno de los ojos se caracteriza por presentar una piel mucho más delgada y fina, y por ende, bastante más delicada.
Se trata de una opción ideal para quienes tienen las pieles mixtas, un tipo que en realidad podemos llegar a experimentar todos en algún momento de nuestras vidas, independientemente de que tengamos la piel grasa, normal o seca.
Es más, todo dependerá de la época del año e incluso del mes en el que nos encontremos. De forma que la piel puede presentar áreas con una mayor producción de grasa, y luego, con el paso de los meses, esa zona puede volverse seca. Y viceversa.
No obstante, el multimasking es también adecuado para pieles normales, sobre todo para aquellas que necesitan un extra de luminosidad, y a su vez es necesario trabajar en problemas relacionados con la pigmentación, consiguiendo con ello un tono mucho más uniforme.
Los pasos a seguir a la hora de aplicarla son muy sencillos y simples. En cualquier caso, a continuación te explicamos los pasos que debes seguir:
Limpieza
Es conveniente usar un limpiador facial siempre, el cual sea suave y no abrasivo. Luego, una vez aplicado, debemos secarnos con la ayuda de una toalla seca y limpia, sin friccionar ni arrastrar, para evitar irritaciones y daños innecesarios.
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Exfoliación
Recuerda que este paso es conveniente llevarlo a cabo no diariamente, sino solo cuando toque, lo que significa que no es aconsejable aplicarnos el exfoliante más allá de dos o tres veces a la semana, como mucho, lo que dependerá incluso de cuál sea nuestro tipo de tez.
En cualquier caso, el uso del exfoliante es fundamental porque la acumulación de células muertas, suciedad e impurezas puede influir negativamente en la aparición de brotes de acné. Es más, podría afectar incluso a que el resto de productos que conforman la rutina actúen como es debido.
Aplicación de las mascarillas faciales
En este caso recuerda que la elección de una o de otra dependerá de las distintas necesidades y preocupaciones que deseamos cubrir y tratar en todo momento. Por tanto, la clave está en escoger solo los tipos de mascarillas faciales que sean de utilidad en ese instante determinado.
No olvides que no es adecuado aplicarte cada mascarilla facial a lo largo de todo el rostro, sino solo en las áreas específicas para lo cual sí puede ser interesante. Eso sí, debemos aplicar lo suficiente como para crear una capa uniforme.
También es conveniente y recomendable optar por un producto específico para el contorno de los ojos.
Luego, dejamos actuar el tiempo recomendado por el fabricante. No olvides que basta, en la mayoría de las ocasiones, con hasta 15 a 20 minutos. Retirando luego con la ayuda de agua tibia.
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Continuar con la rutina
Una vez aplicadas las mascarillas, y después de haberlas dejado el tiempo suficiente sobre la piel, recuerda que tan solo debes seguir con tu rutina de cuidado de la piel.
Y tú, ahora que sabes qué es y en qué consiste el multimasking, ¿te animas a probarlo en casa?