La piel del cuello puede mostrar algunos de los primeros signos de envejecimiento del cuerpo. La pérdida de elasticidad puede provocar flacidez y descolgamiento, ya que es un área muy delicada.
Al igual que todos los problemas de envejecimiento cutáneo, lo mejor es retrasar su aparición y mantener la dermis lo más sana posible. Esto no quiere decir que no se pueda mejorar de forma natural una vez que aparece el problema: sí se puede, pero es importante ser realista.
Los pliegues flácidos requerirán soluciones más potentes, ya que el problema es más profundo.
Así que, aunque algunos de estos consejos pueden ofrecer resultados con el tiempo (de forma lenta pero segura), es mejor utilizarlos como medidas de prevención proactivas. Y nunca es tarde para empezar: conoce las mejores técnicas preventivas y tratamientos para la flacidez del cuello.
¿Cuáles son las causas de la flacidez de la piel del cuello?
No se puede hablar de soluciones sin conocer antes las causas del problema. En cuanto a las causas, hablaremos de tres factores decisivos: el envejecimiento, la postura y la pérdida rápida de peso.
La edad
A medida que pasa el tiempo, se produce una amalgama acumulativa y de mayor duración de abusos a la piel en forma de gravedad, contaminación, estrés oxidativo, mal cuidado diario de la dermis, postura, etc. Cuanto más daño sufra tu piel y durante más tiempo, más arrugas y flacidez verás.
Postura
Es interesante tener en cuenta la postura, ya que parece afectar al cuello de una forma bastante importante: Cuando te encorvas, la piel del cuello se pliega constantemente sobre sí misma, lo que en última instancia puede conducir a la flacidez.
Si a esto le añadimos los teléfonos y las pantallas, miramos hacia abajo mucho más que antes, lo que puede provocar un fenómeno del siglo XXI conocido como «cuello tecnológico» o «tech neck».
Está relacionado con el envejecimiento de la piel, ya que es la mala postura a lo largo del tiempo -junto con cosas como los rayos UV y la exposición a los radicales libres- lo que contribuye a la flacidez.
Pérdida de peso
Por último, una nota sobre la pérdida de peso: cuando es drástica y en un periodo de tiempo muy corto, puede causar flacidez de la piel porque la pérdida de grasa fue demasiado rápida para que la dermis respondiera y se tensara.
Si la dejas en paz, la piel se tensará por sí sola, pero tardará mucho tiempo, por lo que te recomendamos que apoyes el proceso con los métodos indicados a continuación.
Por supuesto, es posible que no recupere totalmente su estado original sin la ayuda de métodos más invasivos, pero es un comienzo.
Aprende a prevenir y luchar contra la flacidez de todo el rostro con estos consejos.
Cómo tratar la flacidez del cuello
1. Utiliza cremas reafirmantes que favorezcan la elasticidad de la piel
Puede que hayas oído el dicho una o dos veces: el cuidado de la piel no debe detenerse en la línea de la mandíbula. Es decir, no te olvides del cuello y el escote en tu rutina.
Del mismo modo que buscas fórmulas para combatir las líneas de expresión y la flacidez de la piel del rostro, también querrás aplicar esos mismos ingredientes en el cuello.
Esto no quiere decir que tengas que comprar una crema reafirmante específica para la zona; de hecho, la mayoría de los dermatólogos coinciden en que tus productos faciales te irán muy bien.
En cuanto a los ingredientes de elección, los retinoides son muy apreciados por estimular la renovación celular y la producción de colágeno (que es lo que mantiene la tez firme y tensa). Sin embargo, hay que tener cuidado porque la piel del cuello suele ser más sensible que la de otras partes del rostro.
Si el retinoide te resulta demasiado fuerte para tu piel sensible, prueba estas otras cremas reafirmantes que son realmente eficaces.
También lo es la vitamina C, que aumenta la síntesis de colágeno y al ser antioxidantes, ayuda a proteger el que ya está para que funcione de la mejor manera posible.
Los exfoliantes -piensa en los AHA y los BHA- también son excelentes para tratar la textura de la piel, y algunos, como el ácido glicólico, también pueden estimular la producción de colágeno.
Aunque para la piel arrugada y flácida, los exfoliantes pueden desempeñar un pequeño papel en su mejoría, es importante ser realista y tener en cuenta que los exfoliantes supondrán un cambio muy leve, pues solo actúan en la capa superficial.
Eliminar la piel muerta de vez en cuando es una parte importante de un régimen saludable para la piel (y puede ofrecer algunos beneficios visualmente gratificantes), pero si ya tienes flacidez, lo más probable es que un exfoliante no sea decisivo.
2. Mantén la piel hidratada
En este sentido, también querrás mantener la zona correctamente hidratada para evitar que siga flácida.
Hidratar, hidratar, hidratar: esto puede mejorar el aspecto cualquier cutis.
La hidratación es un componente importante para fortalecer la elasticidad cutánea: A medida que la función de barrera de la piel disminuye con la edad, puede producirse una pérdida de volumen y firmeza debido a la pérdida de hidratación. Por eso es fundamental centrarse en la hidratación, tanto a nivel interno como tópico.
Una vez más, el cuidado de la piel no debe detenerse en la línea de la mandíbula, así que, al igual que te aplicas crema hidratante para mantener el rostro hidratado y flexible, masajea la zona con la crema u opta por una loción corporal con mantecas y aceites nutritivos para acondicionar la piel.
Puntos extra si te aplicas la hidratante nada más salir de la ducha: atrapar el agua con una crema rica puede acelerar la reparación de una barrera cutánea dañada.
3. Aplícate protección solar en el cuello
Teniendo en cuenta que los rayos UV pueden acelerar la degradación del colágeno y la elastina (que explicamos más adelante), es imprescindible proteger el cuello con un protector solar.
Empieza pronto (¡ahora no es demasiado tarde!) y protege tu piel del sol todos los días antes de salir de casa. Sí, aunque esté nublado (los rayos siguen filtrándose igual).
Elige un producto (el del rostro puede servir perfectamente) que tenga un SPF 30 o superior, y que sea de amplio espectro.
4. Aplica los productos con movimientos ascendentes
Por si te sirve de algo, nunca debes tirar de la delicada piel en ninguna dirección, pero muchos expertos te dirán que lo mejor son los movimientos suaves y ascendentes.
La gravedad ya tira de la piel hacia abajo con el paso del tiempo y contribuye a la flacidez, así que ¿por qué estimular el proceso arrastrándola en esa dirección? Por supuesto, esto no es todo para reafirmar el cuello, pero es un consejo útil para tu rutina facial que debes tener presente.
5. Promueve la producción interna de colágeno
Una forma de hacerlo, además de utilizar una crema con potenciadores de colágeno, es mediante suplementos de colágeno hidrolizado, ya que las investigaciones demuestran que estos péptidos de colágeno pueden ayudar a fomentar la producción natural de colágeno y otras moléculas que componen la piel, como la elastina y la fibrilina.
Tomar suplementos de colágeno puede fomentar la elasticidad dérmica, proporcionándole uno de sus ingredientes básicos para mantenerse firme y tensa.
Los suplementos de colágeno pueden incluso ayudar a mantener los niveles de hidratación de la piel, lo cual es importante para mantener el cuello flexible y terso.
De hecho, un ensayo clínico doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo descubrió que los niveles de hidratación de la piel de los participantes eran siete veces superiores a los de aquellos que no tomaron el suplemento diario de péptido de colágeno.
6. Prueba el yoga facial
Con el yoga facial, tonificas todos los músculos faciales, lo que favorece la circulación sanguínea en la piel y ayuda a tensar la zona. Los expertos también han creado ejercicios específicos para la zona del cuello: basta con realizar este trío de ejercicios de una a tres veces al día para ver resultados.
Postura de la lengua
Vale, esto no es técnicamente un ejercicio, pero una buena postura de la lengua es imprescindible para tener un cuello tonificado y tenso.
¿Qué significa «buena postura de la lengua»? Según los expertos, la lengua debe descansar siempre en la parte superior del paladar y no en el fondo de la boca. En ese caso, la lengua arrastrará la mandíbula hacia abajo, lo que puede provocar flacidez.
La lengua es un músculo grande que está conectado a los músculos del cuello; así que cuando la lengua está arriba, estás tonificando el cuello indirectamente.
Dicho esto, debes colocar la lengua en el paladar siempre que la cara esté en reposo, excepto cuando estés hablando, comiendo o bebiendo. No hace falta hacer fuerza: no se trata tanto de la presión en sí como de entrenar la postura natural de la lengua para que permanezca en el paladar superior.
Estiramiento frontal del cuello
Para tonificar el cuello en concreto, esto es lo que debes hacer. Aunque te recomendamos evitarlo si tienes algún tipo de dolor cervical:
- Mira lentamente al techo, estirando el cuello al máximo.
- Saca la lengua hacia el techo, intentando tocarte la nariz. Deberías sentir un gran estiramiento en la parte delantera del cuello. Haz que tu lengua sea lo más puntiaguda posible.
- Mantén la postura durante 10 segundos y luego relaja.
Asegúrate de no arrugar la frente mientras miras al techo (¡No querrás que te salgan más arrugas haciendo este ejercicio!). Si te resulta difícil no fruncir las cejas, cerrar los ojos lo facilita.
Estiramiento lateral del cuello
Para estirar los lados, sigue el mismo ejercicio anterior con ligeros retoques:
- Gira la cabeza hacia un lado y estira el cuello en un ángulo de 45 grados hacia el techo.
- Saca la lengua y levántala hacia el techo, intentando tocarte la nariz. Sentirás un gran estiramiento en el lateral del cuello. Haz que tu lengua sea lo más puntiaguda posible.
- Aguanta 10 segundos y relájate. Repite la operación en el otro lado.
Los músculos faciales son más pequeños, así que no necesitas tanto ejercicio. Notarás la diferencia rápidamente.
7. Considera un tratamiento profesional
Aunque se puede tratar la flacidez del cuello con métodos caseros, los cambios no serán tan visiblemente notables como las opciones profesionales. Por lo tanto, si buscas una solución más inmediata o si la flacidez de tu piel roza la gravedad, quizá te interese acudir a un dermatólogo que pueda ofrecerte otras opciones.
Por ejemplo, podrías optar por tratamientos de rejuvenecimiento cutáneo, como el microneedling, que puede mejorar la textura de la piel mediante el uso de pequeñas agujas que realizan microlesiones y ayudan a desencadenar la reparación del colágeno.
Se necesita mucha más investigación, pero los estudios empiezan a considerar la micropunción como una alternativa cutánea más segura que las tecnologías de rejuvenecimiento más invasivas, como el láser (aunque los resultados suelen ser menos espectaculares).
Pero, una vez más, lo mejor es hablar con tu dermatólogo.
Por supuesto, los cambios a mejor en tu estilo de vida también ayudarán: beber mucha agua, seguir una dieta sana llena de antioxidantes y vitaminas, limitar la exposición al sol y dormir mucho y bien pueden ayudar a prevenir la flacidez y otros signos de envejecimiento. Mantener el peso también puede ayudar a prevenir el exceso de piel.
El cuello es una de las primeras zonas en revelar signos de envejecimiento, ya que a menudo se pasa por alto. Aunque puede ser difícil de tratar una vez que aparecen estos cambios de textura, nunca es demasiado tarde para dar a la sensible área el mimo que necesita.