Son muchos los factores que pueden influir en la aparición de la piel flácida, con pérdida de elasticidad y firmeza. Algo que, dicho sea de paso, no solo tiende a ocurrir en la piel del rostro, sino que también es particularmente común y habitual, por ejemplo, en determinadas áreas del cuerpo. Mientras que las pérdidas de peso rápidas pueden influir, al igual que el embarazo, el envejecimiento y el paso del tiempo tienden a ser considerados como la causa más habitual. Pero, en lo que a la pérdida de peso se refiere, ¿cómo reafirmar la piel tras adelgazar? Como coinciden en señalar muchos expertos, es conveniente seguir una pérdida de peso que no sea rápida. Pero, cuando la flacidez aparece, es cierto que existen algunas estrategias que pueden ser de mucha ayuda.
En nuestra piel existen dos elementos fundamentales para su firmeza, tersura, estructura y apariencia. Uno de ellas, la más importante, es el colágeno, que es una fibra que encontramos presente no solo en la piel, sino en una amplia diversidad de tejidos conectivos, y que se encarga de mantener la estructura de la misma.
Otra es la elastina, que ayuda positivamente a la hora de mantener la piel elástica. De esta forma, cuando la piel tiende a estirarse demasiado, la elastina actúa con la finalidad de conseguir que se estire sin causar estrías o lesiones; a la vez que también sería de utilidad para ayudar a la piel a recuperar su forma cuando ya no se estira tanto.
Sin embargo, existe un problema: a medida que vamos envejeciendo nuestro cuerpo pierde la capacidad de producir colágeno y elastina de forma tan eficiente como hacía antes, de manera que es tremendamente habitual que la piel acabe perdiendo tersura, firmeza y, además, elasticidad.
Debido a ello, es enormemente común que, a partir de los 35 años de edad, la degradación tanto del colágeno como de la elastina acabarán haciéndose cada vez más patente, de manera que, al final, es común que la flacidez de la piel se vuelva todavía más visible y evidente.
Por suerte, al menos sí es posible intentar prevenir la flacidez de la piel, manteniendo una adecuada rutina de cuidado de la piel, la cual no solo tiene que relacionarse solo con la piel del rostro, sino que también es esencial mantenerla a lo largo de la piel de todo el cuerpo, puesto que el cuerpo también tiende a envejecer, aunque es cierto que la mayoría de sus síntomas no tiendan a ser tan evidentes.
Respecto a las causas que pueden influir en la pérdida de la tersura de la piel, y en la propia aparición de la flacidez, la pérdida de peso tiende a ser considerada como una de las causas o factores más habituales.
Esto es debido a que el aumento de volumen como consecuencia de la presencia excesiva de grasa, tan comunes en el sobrepeso y la obesidad, suelen durar bastantes años, y a menudo ocurre desde la niñez o la adolescencia.
De esta forma, cuando la piel se ha estirado de forma más o menos significativa, y además, tiende a permanecer de esta manera durante bastante tiempo, es común que tanto las fibras de colágeno como de elastina terminen dañándose. Como resultado, la piel pierde su capacidad natural para retraerse como antes sí podría haberlo hecho.
Debido a ello, cuando tendemos a perder mucho peso, y además este adelgazamiento ocurre muy rápidamente, el exceso de piel acaba colgando del cuerpo, a lo que se le une la presencia de una piel muchísimo más flácida.
Por este motivo, cuanto mayor es la pérdida de peso más pronunciado será el efecto y la apariencia de la piel flácida, de forma que no tenderá a pasar tan desapercibida. En estos casos en los que el estiramiento de la piel es muy excesiva, existen determinados tratamientos que podrían ser de cierta ayuda a la hora de descubrir cómo reafirmar la piel tras perder peso. Te explicamos a continuación algunos de los más útiles.
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Entrenamiento de resistencia
Como manifiestan muchos expertos, la pérdida de peso regular pero prolongada en el tiempo, combinada con la práctica del ejercicio físico es de muchísima ayuda a la hora de conseguir que la piel no se muestre tan flácida, en comparación de si la pérdida de peso es tan rápida y no se acompaña de ningún tipo de actividad física.
Los entrenamientos de resistencia, por ejemplo, pueden convertirse en una opción tremendamente útil como preventivo, puesto que ayudan a la hora de desarrollar masa muscular, tanto en adultos jóvenes como en las personas más mayores.
Y lo que es aún más interesante en este sentido: es de bastante ayuda a la hora, también, de quemar calorías, por lo que el aumento de la masa muscular, único a la reducción de las calorías (y por tanto de la grasa), sería muy útil para mejorar la apariencia de la piel flácida.
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Usar cremas reafirmantes corporales
Muchas cremas reafirmantes contienen en su formulación una serie de ingredientes activos que, entre otros interesantes aspectos, fomentan y estimulan la producción de colágeno y elastina, por lo que son de mucha ayuda a la hora de prevenir, evitar o tratar la flacidez cutánea y todos los síntomas asociados.
Aunque existen muchas opciones disponibles en el mercado, siempre es recomendable optar por tratamientos que sí hayan demostrado ser eficaces en este sentido, porque cuentan con muchas opiniones positivas.
Es el caso del gel anticelulítico Akento, que además de ayudar a tensar la piel más flácida, se convierte en una opción excelente a la hora de conseguir, incluso, disminuir al máximo la celulitis que habitualmente acompaña el aumento de peso y de grasa.
Se trata de un gel elaborado por la marca española Akento Cosmetics, útil a la hora de tratar la celulitis en todas sus etapas, que contiene una serie de ingredientes activos innovadores, con eficacia probada, que ayuda a reducir la celulitis y la piel flácida.
En lo que a los ingredientes activos que encontramos en su composición se refiere, es cierto que absolutamente todos destacan por ser cien por cien naturales. Y destacan especialmente la presencia del extracto bio de vid roja, el extracto de alga roja, la l-carnitina, la glicerina o, como no podría ser menos, la cafeína.
Lo ideal es aplicarla de manera regular, una a dos veces por semana, para conseguir los mejores resultados. Además, disfrutarás de una piel muchísimo más suave y sedosa, evitando con ello la sequedad de la piel, al dejarla mucho más hidratada (debido a la presencia de glicerina en su fórmula).
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La importancia de tomar colágeno
El hidrolizado de colágeno ha conseguido convertirse en una opción útil a la hora de estimular la producción de nuevo colágeno por parte de la piel, no solo cuando se aplica tópicamente sobre la piel, sino cuando se consume internamente en forma de suplemento nutricional.
De hecho, se ha demostrado que la suplementación a base de péptidos de colágeno, ayudaría positivamente a la hora de aumentar de manera significativa la fuerza del colágeno, con lo que aumentaría la tersura y firmeza de la piel.
Otros tratamientos útiles
Además de seguir algunas de las pautas que te hemos mencionado anteriormente, también existen determinados tratamientos médicos que pueden ser muy útiles a la hora de tensar la piel flácida, reafirmándola de forma mucho más efectiva.
La conocida como cirugía de contorno corporal, entre las que podemos mencionar la presencia de la abdominoplastia, la braquiplastia (estiramiento de los brazos) o los lifting corporales han demostrado también ser eficaces y útiles en este sentido.
Para llevarlas a cabo, el especialista realiza una gran incisión, eliminando con ello el exceso tanto de piel como de grasa. Posteriormente, la incisión es suturada con puntos muy finos, con la intención de minimizar la formación de cicatrices.
Pueden ser útiles, por ejemplo, a la hora de extraer la piel del abdomen, glúteos, caderas y muslos, además de otras áreas donde es común que se acumule la grasa y que, posteriormente con la pérdida de peso, la piel acabe volviéndose muy flácida, como la espalda, los senos o la zona de los brazos.
También existen otros tratamientos médicos que no se basan en cirugías, por lo que tenderían a ser menos invasivos. Es el caso, por ejemplo, de la terapia de ultrasonido, que ayudaría a mejorar la piel flácida.
O el VelaShape, que consiste en un sistema en el que se usa una combinación de radiofrecuencia, luz infrarroja y masaje, con la intención de reducir la piel flácida.
Como vemos, existen en realidad una amplia variedad de opciones que pueden ser de mucha ayuda a la hora de tensar la piel después de la pérdida de peso. Pero no hay duda que es fundamental la prevención, lo que significa evitar el aumento de peso excesivo. O, finalmente, la pérdida de peso demasiado rápida y sin acompañarse de la práctica de ejercicio físico.
En cualquier caso, y a la pregunta de cómo reafirmar la piel tras adelgazar, uno de los aspectos más interesantes es el seguimiento de una rutina de cuidado corporal de la piel que se combine a la perfección con la práctica de ejercicio físico (aeróbico y anaeróbico), y una dieta nutritiva adecuada.
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