Aunque no lo creas, son muchos los factores que pueden influir en la formación de arrugas en la cara. Y no solo se trata de un mero efecto causado por el envejecimiento, aunque es cierto que es una de las causas directas más comunes y habituales.
Por este motivo, descubrir cómo quitar las arrugas de la cara se convierte en una cuestión importantísima, especialmente si tenemos en cuenta que no existe mejor tratamiento que la prevención.
No obstante, como de buen seguro sabrás, no pueden acabar previniéndose del todo, puesto que, al final, terminan convirtiéndose en una muestra o en una señal más del envejecimiento normal de nuestro cuerpo.
De forma que el paso del tiempo acabará afectando a nuestra piel tarde o temprano.
Cómo quitar las arrugas de la cara
Opta por una crema antiarrugas efectiva
Una de las principales recomendaciones a la hora de reducir tanto las arrugas como las líneas de expresión es optar por un tratamiento cosmético que, sobre todo, destaque por contener una formulación rica en ingredientes activos que hayan demostrado ser eficaces a la hora de disminuir las líneas de expresión y las arrugas más visibles.
Y un buen ejemplo (por no decir el mejor) lo encontramos en las cremas antiarrugas, que ayudan a proporcionar firmeza y a mantener la estructura de la piel del rostro, el cuello y el escote.
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Las opciones más interesantes son las que promueven la formación de nuevo colágeno y mejoran la función de barrera, manteniendo una buena hidratación cutánea. Aquí tienes nuestras recomendaciones para mujeres y también para hombres.
Retinoides
Los retinoides son derivados de la vitamina A. Debido a su acción intensa sobre la piel es común que concentraciones más altas deban ser prescritas antes por un dermatólogo. No obstante, se utilizan habitualmente como exfoliantes de la piel, aunque sus usos y cualidades van mucho más allá.
Por ejemplo, entre los distintos tratamientos médicos que existen, no hay duda que los retinoides destacan por ser fórmulas más probadas y eficaces a la hora de mejorar los principales signos del envejecimiento, lo que incluye no solo a las arrugas, sino también la aspereza y la pigmentación desigual (esto es, los problemas asociados a la hiperpigmentación).
En un principio, sobre todo durante las primeras aplicaciones, es común que ocasionen enrojecimiento y descamación, pero es precisamente este efecto el que hace que sea una opción tan recomendada.
Exfoliaciones químicas
El ácido glicólico consiste en un alfahidroxiácido, el cual proviene y se obtiene a partir del extracto de la caña de azúcar, y se convierte en un ingrediente activo muy común en muchas exfoliaciones químicas.
Actúa como un peeling superficial, aunque pueden ser útiles a la hora de disminuir líneas de expresión y arrugas no muy profundas, dado que actúa alisando las marcas del envejecimiento más finas.
También podemos mencionar otros exfoliantes químicos útiles, como es el caso del ácido láctico, que suele ser considerado como una exfoliación menos intensa, y bastante más segura, al no causar salvo una irritación leve y, sobre todo, temporal.
Microdermoabrasión y Dermoabrasión
Bajo el nombre de dermoabrasión nos encontramos con un tratamiento dermatológico en el que el dermatólogo, o cirujano plástico, “lija” la piel con la ayuda de un instrumento especial, lo que da paso a una nueva capa de células, mucho más suave, saludable y renovada.
Eso sí, también podemos mencionar la conocida como microdermoabrasión, en el que se utilizan una serie de pequeños microcristales con cualidades exfoliantes, los cuales son rociados sobre la piel con la misma finalidad. Luego, el especialista utiliza un dispositivo con forma de varita con el que recoge con cuidado todos los cristales, exfoliando la epidermis.
Mientras que la dermoabrasión es ideal para pieles más claras, la microdermoabrasión es apta para cualquier tipo y color de tez. De hecho, esta última opción es capaz de llevar a cabo cambios sutiles en la piel, pero sin generar cicatrices ni cambios de color.
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Rejuvenecimiento láser
La terapia con láser, también conocido con el nombre de rejuvenecimiento con láser, consiste en un tratamiento útil para reducir las arrugas que se han formado en el rostro, así como las propias irregularidades de la piel, sobre todo cicatrices ocasionadas por el acné o imperfecciones faciales.
Se trata de una técnica con la que el especialista dirige una serie de haces de luz pulsantes, cortos y concentrados, sobre las diferentes áreas del rostro, eliminando con ello la piel capa por capa.
Es una opción ideal para las líneas finas de expresión y las arrugas que se han formado en la frente, alrededor de la boca (conocidas habitualmente bajo el nombre de código de barras), y las que surgen alrededor del contorno de los ojos (patas de gallo).
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Terapias de ultrasonido
En los últimos años las diferentes autoridades sanitarias han aprobado la utilización de un tratamiento a base de ultrasonido, el cual consiste en una técnica no invasiva útil para levantar y tensar la piel de diferentes áreas del rostro, incluyendo también el mentón y el cuello.
Es más, puede ser utilizado igualmente para la zona del escote, donde también es común la formación de arrugas, sobre todo en la mujer, con el paso de los años y como consecuencia de la exposición solar sin protección.
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¿Por qué se forman las arrugas? La importancia de la prevención
Por ejemplo, debemos recordar que, a partir de los 20 años de edad, nuestro cuerpo produce un 1 por ciento menos de colágeno cada año, mientras que las fibras tanto de colágeno como de elastina se vuelven más sueltas y gruesas. Debido a ello, la piel se vuelve más quebradiza y mucho menos elástica.
A partir de los 30 años de edad, la disminución de colágeno se hace mucho más evidente, a lo que se le une que el proceso de exfoliación natural igualmente disminuye.
Dicho de otra forma, la piel es cada vez menos capaz de renovar las células muertas y envejecidas, por lo que tienden a acumularse en la epidermis, formando con ello una capa gruesa de células opacas, dando como resultado la aparición de la piel áspera y quebradiza.
No obstante, aunque ya a partir de la década de los 30 años de edad las arrugas empiezan a hacerse visibles, al igual que las típicas líneas de expresión resultado de las expresiones y gestos faciales, no es hasta los 40 años cuando la producción de colágeno termina por detenerse por completo, de forma que las arrugas se vuelven bastante más evidentes a medida que las fibras empiezan a endurecerse y a romperse.
Además, en lo que se refiere a los factores externos (extrínsecos), debemos mencionar la exposición solar sin la debida protección, la falta de hidratación (tanto interna como externa) y determinados hábitos poco saludables, como fumar.
Por tanto, es fundamental intentar hacer todo lo posible para prevenir las arrugas antes de que sea demasiado tarde y estas hayan empezado a formarse, sobre todo de forma profunda e intensa.
Y esto incluye proteger la piel del sol, limitando el tiempo de exposición a la luz solar directa, sobre todo en las horas más peligrosas del día y protegiéndola con el uso de un protector solar de amplio espectro.
A su vez, la hidratación es imprescindible, ya que la piel hidratada se muestra, por lo general, mucho más firme y tersa, mientras que la seca presenta una mayor predisposición para la formación de líneas finas y arrugas.
Además, no debemos olvidarnos de eliminar el tabaco de nuestro día a día (cuyo hábito, además, origina la aparición de las arrugas conocidas como código de barras en la parte superior de los labios), y seguir una alimentación saludable y variada.
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