Las semillas de chía son buenísimas para la salud, pero eso ya lo sabías. Lo que igual no sabías es que su aceite es igualmente bueno para tu piel.
La chía se ha convertido en un nuevo ingrediente de belleza de moda que ofrece resultados sorprendentes:
Una piel suave e hidratada con un aspecto juvenil… ¿quién no quiere eso?
¿Qué es el aceite de chía y qué propiedades tiene?
Las diminutas semillas blancas y negras pertenecen a la planta Salvia Hispanica cultivada en México.
De ellas se extrae el preciado aceite, lleno de ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6, ademas de unos niveles muy altos de antioxidantes (polifenoles y carotenoides), mucho mayores que el de lino.
Es más, se considera que es la fuente vegetal más rica de ácidos grasos omega-3. ¿Qué tiene todo esto de especial?
Pues resulta que los omega-3 bloquean la inflamación, refuerzan la membrana celular de la piel y ayudan a generar colágeno.
Estos son los elementos clave para mejorar la textura de la epidermis y fortalecer su barrera protectora externa.
Y como extra, es rico en vitamina B3 y zinc, lo que significa que equilibra la piel grasa y mantiene la tez clara.
Es excelente para todo tipo de pieles, incluso las grasas, lo que sé que puede sorprender a muchas personas.
Pero, ¿qué hace exactamente por la salud cutánea? Aquí tienes toda la información sobre cómo el aceite de chía puede potenciar tu rutina de belleza y por qué deberías empezar a usarlo ya.
Beneficios del aceite de chía para la piel
Previene el envejecimiento prematuro
Los ácidos grasos esenciales y los antioxidantes presentes ayudan a proteger las células contra los rayos ultravioleta.
Esto neutraliza los daños de los radicales libres que aceleran el desarrollo de líneas finas y arrugas en la piel.
Otro dato positivo es que su alta concentración de omega-3 ayuda a potenciar la formación de colágeno nuevo, una proteína necesaria para que la piel mantenga su estructura y flexibilidad y pueda tener una apariencia más tersa.
Y por si fuera poco, hay estudios que muestran que la sustancia puede limitar la hiperpigmentación (las manchas) que se forma por los daños solares.
Otra forma más en la que este aceite puede ayudarte a lidiar con los signos del paso del tiempo de la mejor forma posible.
Es muy hidratante
La presencia de omega-3 y omega-6 favorece la hidratación de la piel al ayudar a restaurar la barrera cutánea.
El ácido linoleico también ayuda a sellar la humedad dentro de la piel, por lo que se reduce la pérdida de agua transepidérmica.
Esto es especialmente beneficioso en aquellas personas con tez seca, como en la dermatitis atópica.
Para conseguir los mejores resultados aplícalo por todo el cuerpo justo después del baño, no esperes a secarte.
Mantiene la piel en óptimas condiciones
Cuando vamos cumpliendo años, nuestras células empiezan a dejar de funcionar de forma óptima, tal como lo hacían en la juventud. Y la función barrera es una de las que primeras que se ven afectadas.
Esto dificulta que la piel se repare a sí misma, incluso si utilizamos los mejores cosméticos del mundo.
Pero el aceite de chía puede ayudarnos gracias a sus ácidos grasos omega-3 y omega-6, que consiguen fortalecer y reparar esa barrera.
Al absorberse directamente sobre la epidermis, puede ir directamente a la fuente del problema. Esto fortalece la membrana celular y mejora su respuesta a los agentes que la puedan dañar.
Se puede reparar a sí misma y lucir más sana y cuidada.
Reduce la inflamación y sus efectos
Es todo un bálsamo para las pieles irritadas e inflamadas, como las atópicas.
Sus propiedades antiinflamatorias no solo reducen la inflamación, sino que también ayuda a mejorar muchos de sus signos, como el picor, el enrojecimiento y los parches secos.
Es ligero
Es menos grasiento que otros aceites. La chía es más ligera, en lo que respecta al poder de penetración.
Mientras que otros óleos pueden provocar una sensación grasienta al extenderlo y tardar un poco en absorberse, la chía no tiene estos problemas. En pocos segundos desaparecerá sin dejar rastro.
Entonces, si no estás seguro de ponerte aceite en tu tez grasa, prueba la chía.
Favorece un cabello saludable
El cabello encrespado, pajizo y sin brillo es el resultado de la falta de humedad.
Los ácidos grasos presentes en el aceite de semillas de chía ayudan a retener la humedad e hidratar el cabello.
Lo nutre, fortalece y previene las roturas.
Para obtener los mejores resultados, aplícalo sobre el cabello húmedo. Al ser ligero, no te lo engrasará.
Dónde y cómo utilizarlo
Busca el aceite de chía como ingrediente en tus cosméticos habituales tanto de la cara como del cuerpo. Lo verás como «Salvia Hispanica».
Si no lo encuentras y quieres empezar a usarlo, te sugiero que empieces por algunas de estas opciones de aceites corporales que me encantan. Sus mezclas con otros óleos te van a llenar de todos sus beneficios.
O, si lo deseas, puedes probar el aceite en su forma más pura.
Te aconsejo que compres un producto orgánico certificado que se haya extraído mediante un proceso llamado extracción con CO2 supercrítico.
Este método suave funciona sin el estrés de las altas temperaturas, preservando el nivel más alto de componentes activos de las plantas.
Aplica unas cuantas gotas directamente en tu rostro o cuerpo después de la limpieza y antes de la crema.
Puedes complementar su uso tópico con su ingesta oral, tanto en forma de semillas como de cápsulas. Así los resultados se verán antes.
¿Con qué frecuencia se puede utilizar el aceite de semillas de chía?
Es un ingrediente natural, no presenta ningún riesgo cuando se aplica de forma tópica y es perfecto para cualquier área de la cara o el cuerpo.
Solo debes evitarlo si eres alérgico a las semillas de chía.
Se tolera fácilmente y no hay problema en utilizarlo en pieles irritadas, inflamadas y propensas a la grasa o al acné.
Lo puedes usar a diario si es necesario o si tienes la tez muy seca. En poco tiempo verás como el aceite de chía puede ayudarte a embellecerte de pies a cabeza.