El colágeno es considerado como una de las proteínas más abundantes de nuestro cuerpo, formando parte, por ejemplo, de la piel hasta en un 85 por ciento, lo que significa que es un elemento imprescindible.
De hecho, es fundamental a la hora de mantener su estructura, tersura y firmeza. Sin embargo, con el paso del tiempo su producción se ralentiza. Para apoyarlo, nada mejor que el colágeno marino, ¿cómo podemos usarlo y qué beneficios proporciona? Vamos a descubrirlo.
Esta proteína que se encuentra en nuestro tejido conectivo se utiliza en la construcción de ligamentos, tendones y músculos. También en el cartílago, para formar una capa protectora en el exterior de nuestros huesos.
Sin embargo, a medida que envejecemos, su producción tiende a ralentizarse, y empieza a disminuir. Debido a ello, nuestro tejido conectivo se vuelve más propenso a sufrir daños por estiramientos, contracciones y edemas constantes. Puede volverse seco y quebradizo y causar dolor.
Y es evidente que la piel también tiende a resentirse. De hecho, especialmente según vamos cumpliendo años, es común que la piel se vuelva más reseca y menos elástica, además de más fina.
Pero uno de los síntomas más evidentes tiene relación con algunos de los síntomas comúnmente asociados al envejecimiento. Y es que, con la falta de colágeno, es común que empiecen a surgir líneas finas y arrugas más profundas, sobre todo a partir de los 35-40 años de edad.
Lo cierto es que seguir una rutina de cuidado de la piel puede proporcionarnos beneficios únicos a la hora no solo de cuidar nuestra piel, sino de brindarle una serie de ingredientes activos únicos a la hora de prevenir, reducir y tratar el propio envejecimiento cutáneo, en especial aquel que puede llegar a surgir de forma prematura.
Como de buen seguro sabrás, el uso de una crema hidratante se convierte en uno de los pasos esenciales a seguir dentro de cualquier rutina. Y una opción todavía más interesante tiene que ver con el uso de cremas antienvejecimiento.
Aunque es cierto que podemos encontrarnos con una amplia variedad de ingredientes activos antienvejecimiento, presentes precisamente en la composición de estas cremas, el colágeno marino puede convertirse en uno de los más comunes.
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¿Qué es y en qué consiste el colágeno marino?
Es un elemento imprescindible en todos los cuerpos de los animales, incluyendo a los humanos, debido principalmente a que es una fibra que proporciona estructura, firmeza y fuerza a la piel, además de a los diferentes tejidos conectivos, lo que incluye tendones, ligamentos, huesos y órganos.
El colágeno marino, sin embargo, se caracteriza principalmente por ser un tipo de proteína procedente principalmente tanto de peces como de otras especies marinas, lo que incluye incluso las medusas.
Además, nuestro cuerpo tiende a absorberlo bastante bien, y es considerado incluso como una opción más sostenible y ecológica que otras fuentes de colágeno (como el hidrolizado).
De ahí que haya conseguido convertirse en uno de los tipos más comunes en la formulación y composición de una amplia variedad de cremas antienvejecimiento y otros tratamientos tópicos y cutáneos similares.
Lo cierto es que, hoy en día, la mayor parte del colágeno marino que se utiliza se deriva principalmente de determinados peces, como por ejemplo es el caso del pargo o del bacalao.
¿Cómo se obtiene?
Se obtiene a partir de la piel, los huesos y las escamas de los peces, así como de otras especies procedentes del mar.
En el caso, por ejemplo, de que se obtenga a partir de los peces, el proceso a seguir para su obtención suele consistir en retirar la carne para la alimentación, y las vísceras son limpiadas, para posteriormente extraer el colágeno.
En ocasiones, es hidrolizado, lo que significa que las cadenas largas de aminoácidos tienden a componerse con la finalidad de generar cadenas más cortas, las cuales se caracterizan sobre todo por ser más fácilmente absorbibles.
De hecho, una vez se elimina la proteína de colágeno, este es descompuesto en péptidos o unidades más pequeñas de proteína, mediante el proceso conocido como hidrólisis (sobre el que ya te hemos hablado), los cuales pueden disolverse fácilmente en líquidos calientes o fríos.
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Beneficios del colágeno marino
Útil para la salud de la piel
Se ha encontrado que puede ser particularmente interesante a la hora de mejorar y proteger la salud de la piel.
Como ya te hemos explicado, la producción de colágeno tiende a disminuir a medida que vamos cumpliendo años. Así que añadirlo en nuestra rutina podría ser útil a la hora de reducir este proceso.
Por ejemplo, algún que otro estudio ha encontrado que podría ser de cierta utilidad a la hora de mantener el grosor de la piel.
Esto sería debido a que es capaz de promover tanto el número como la actividad de los diferentes fibroblastos, o células de la dermis que producen tanto colágeno como elastina.
Por ejemplo, en un estudio publicado en el año 2014 se encontró que las mujeres que habían tomado un suplemento derivado de la tilapia ayudó a disfrutar de una mejor apariencia de la piel, sin tantas líneas finas y síntomas asociados con el fotoenvejecimiento, a la vez que mantenía los niveles de humedad.
Podría proporcionar beneficios antioxidantes
¿Sabías que el colágeno marino contiene diferentes aminoácidos, entre los que podemos mencionar la presencia de lisina, glicina, hidroxiprolina y prolina? En el caso particular, por ejemplo, de la prolina y la glicina, se ha encontrado que proporcionan cualidades antioxidantes.
Estos beneficios antioxidantes son especialmente útiles a la hora de proteger la piel frente a la acción de los radicales libres, habitualmente asociados con el envejecimiento prematuro, al ocasionar daño celular.
De hecho, la hidroxiprolina se convierte en glicina, la cual puede ser de muchísima ayuda a la hora de regular el estado oxidativo de una célula.
De esta manera, algunos estudios, como el publicado en el año 2012, han demostrado que el colágeno marino podría ayudar y proteger contra el daño oxidativo de la piel, principalmente el ocasionado por la radiación ultravioleta.
Útil para disminuir arrugas y líneas finas
Es tremendamente común que alrededor de los 35-40 años de edad ya se hayan formado las primeras líneas finas, o incluso arrugas más profundas, mientras que poco a poco la piel fiende a volverse más flácida y fina.
Esto es debido a que el colágeno tipo 1 presente en nuestra piel, tiende a debilitarse, de manera que aparecen algunos de los principales síntomas del envejecimiento, lo que incluye no solo arrugas, sino también la piel flácida.
El colágeno marino puede ser particularmente útil a la hora de reparar las fibras proteicas, produciendo un engrosamiento ciertamente significativo de la epidermis (la superficie de la piel más externa).
El resultado es más que evidente: se produce una disminución visible tanto de las líneas finas como de las arrugas, a la vez que también mejora considerablemente la hidratación cutánea. Gracias a ello, la piel se vuelve más firme y tersa.
Cómo usarlo
Aunque existen suplementos que pueden ser consumidos oralmente, otra forma útil de disfrutar de todos sus beneficios es en forma de cremas con colágeno marino.
Estas cremas, se aplican sobre la piel, de forma tópica, con la intención de que el activo actúe proporcionando cualidades hidratantes y antienvejecimiento únicas.
Por tanto, si deseas disfrutar de los beneficios del colágeno marino, no hay duda que una opción excelente es optar por un tratamiento antienvejecimiento completo, que contenga a este ingrediente activo en su composición, además de otros de reconocido interés, como podría ser el caso, por ejemplo, del ácido hialurónico y las ceramidas.